A lo largo de nuestras vidas, todos experimentamos momentos de sufrimiento y dolor y esto a veces puede ser inevitable. Superar la adversidad es una de las condiciones de la Resiliencia humana. En algún momento podemos padecer una desgracia o sufrimiento, y esto es tan cierto como tristemente inevitable. Lo importante es saber que la Resiliencia no es una característica de determinadas personas, sino que todos podemos potenciarla y desarrollarla, ya que la resiliencia puede ser enseñada y aprendida.
De cómo afrontemos estas dificultades que se nos presentan, podremos aprender de nuestro pasado, crecer y construir un futuro mejor.
Hoy quiero compartir con ustedes una historia … un cuento oriental:
La fábula del helecho y el bambú
“Un día decidí darme por vencido… renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi vida.
Fui al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio.
- ¿Podría decirme una buena razón para no darme por vencido? Le pregunté.
- Mira a tu alrededor, me respondió, ¿ves el helecho y el bambú?
- Sí, respondí.
- Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien.
El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.
- En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.
- En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.
- En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.
- En el quinto año un pequeño brote de bambú se asomó en la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante.
- El sexto año, el bambú creció más de 20 metros de altura. Se había pasado cinco años echando raíces que lo sostuvieran.
Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.
- ¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces? Le dijo el anciano y continuó…
- El bambú tiene un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos son necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso.
- Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia.
Ambos son esenciales para la vida, le dijo el anciano y continuó…
La felicidad te mantiene dulce.
Los intentos te mantienen fuerte.
Las penas te mantienen humano.
Las caídas te mantienen humilde.
El éxito te mantiene brillante…
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…
Quizá sólo estés echando raíces…
Te pregunto: ¿Cuando te enfrentas a alguna adversidad… estás preparado a echar raíces como el bambú?
“No me juzgues por mis éxitos.
Júzgame por las veces que me caí
y volví a levantarme”
Nelson Mandela
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